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jueves, 8 de febrero de 2018

Es otra Policía

Una banda internacional de delincuentes internacional actuó con espectacularidad en el primer balneario del país en plena temporada. El objetivo fue el emblemático Hotel Enjoy Conrad de Punta del Este. Con un despliegue que involucró a 14 personas, en menos de 3 minutos se alzaron con un botín de varios miles de dólares que podrían ser millones. Lo que no contaban estos delincuentes -mexicanos ellos- era que llegaron a un país que sufrió una de las más profundas transformaciones en su Policía Nacional. Esta vez la falta de información, (o el haberles creído a los agoreros del cuanto peor mejor), les jugó en contra pues desconocían que en Uruguay, desde hace tiempo, existe otra Policía...

A pesar de algunos

Como cada temporada en los últimos tiempos del gobierno del Frente Amplio, la seguridad en el principal balneario del país estuvo cuestionada. No faltó el audio viralizado o la noticia de algún evento puntual que se difundió como si fuera la constante en un lugar que, a pesar de esos intentos, eligen los extranjeros de muchas partes del mundo no solo por sus bellezas naturales sino – también- por su nivel de seguridad.

Es que, a pesar de todos quienes pretenden acarrear agua para su molino electoral, en los últimos años cada temporada supera a la anterior en cantidad de visitantes en una elocuente respuesta a una realidad que disfrutan extraños y critican miopes orientales.

Quizás, creyendo cierta esa realidad contada por los visionarios del desastre, una banda de delincuentes mexicanos (que cuenta en su haber sendos atracos a nivel internacional en Canadá y Costa Rica), aterrizó en tierras uruguayas para realizar un espectacular asalto en una joyería del principal hotel de Punta del Este. Resulta claro, que no contaban con información de calidad a estar por los resultados.

En efecto, unos 14 delincuentes enmascarados irrumpieron, en acción comando, en una joyería del Enjoy Conrad para -macetazos mediante- romper vitrinas y hacerse de un valioso botín de joyas y relojes de alta gama. En menos de 3 minutos concretaron el robo, y en menos de ese tiempo aún se vieron rodeados por la Policía uruguaya que acudió rápidamente al llamado de emergencia y detuvo a varios de sus integrantes a pocas cuadras del lugar de los hechos.

No fue por casualidad ni por una cuestión de suerte; fue tan solo la lógica consecuencia de un largo proceso de refundación de la Policía uruguaya. Cambios que van desde la dignificación del salario policial y la profesionalización de sus integrantes, al mejoramiento de su armamento, flota vehicular e incorporación de tecnologías que aumentaron su eficacia y bajaron los tiempos de respuesta. Todo eso acompañado de una profunda reestructura organizativa que apostó a la descentralización y el despliegue territorial de sus efectivos y patrullas, para estar más cerca de la gente.

No fue la casualidad ni fue el azar lo que permitió que 12 de los 14 integrantes pudieran ser detenidos a dos días de ocurrido el evento haciendo de Uruguay el único país que pudo detener a miembros de este grupo internacional organizado. 

Estos resultados son consecuencia de haber apostado a los cambios, de haber construido una planificación y ejecutarla al pie de la letra. Fruto de una estrategia que se inició con un acuerdo multipartidario en lo que quiso ser una política de Estado, que pronto abandonaron.

Acuerdo que se ejecutó en su totalidad y aún más allá, por un Ministro al que cuestionan hasta hoy y al que -algún día- reconocerán como el gestor del cambio que hizo posible que hoy tengamos otra Policía...

el hombre aplaudía de pie,
el perro ladraba una felicitación...

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