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lunes, 16 de octubre de 2017

No es casualidad

Tras 40 días prófugo y una cadena de atracos espectaculares, cayó finalmente el delincuente apodado “Pato Feo”. Protagonista de una fuga -con ribetes cinematográficos- aprovechando las bondades de un injustificado traslado médico, se dedicó a realizar robos a bancos y locales de redes de cobranza junto a su banda, con la particularidad de ser el único de la misma que lo hacía a cara descubierta. Una clara señal de buscar prestigio tanto como una desafiante forma de intentar ridiculizar a la Policía que iba tras sus pasos. Y fue precisamente esa desafiada Policía la que, herida en su amor propio, hizo gala de todo el caudal de conocimientos adquiridos en la última década para terminar con las andanzas de este palmípedo que hizo honor a su apodo dando un paso en falso dejando el rastro propio de cualquier pato.