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viernes, 18 de agosto de 2017

Asustar para arriba

El susto despertó al mamado fue toda una consigna electoral en la pasada campaña. El pueblo, adormecido por las mieles del bienestar económico, debió recibir el susto para despertar y develar la falsa foto que sacaban cada día las encuestas. El día de las elecciones fue tal el sobresalto que las que quedaron asustadas fueron las empresas de opinión puestas en evidencia y, de ahí en más, con frágil credibilidad para siempre. A tal punto que el olfato de un Presidente pudo y genera más confianza que las referidas empresas de estadísticas de intenciones. Ahora bien, aún con ese olfato viene siendo hora que el susto lo reciban las altas esferas para torcer el fomentado rumbo que vienen imprimiendo -nuevamente- las tendencias que recogen las recolectoras de intención de voto. El susto para arriba puede despertar a un Gobierno mareado que tiene mucho para mostrar y demostrar que hay FA para rato.