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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Las patas a la sota


Así como los zapallos se acomodan en el carro cuando este echa  a andar, según un dicho popular, también las mentiras se caen a pedazos en menos de lo que canta un gallo o lo que dura un presidente de una comisión de seguridad de Peñarol. En puridad, los hechos -tristes y lamentables por cierto- terminan dando la razón a unas autoridades que si algo tuvieron desde siempre fue el rechazo puro y duro a sus apreciaciones, haciendo de las mismas una prédica estéril que una y otra vez desacreditaron gratuitamente los que ahora hacen silencio o emprenden la retirada. Bonomi fue por séptima vez al Parlamento para ser interpelado y en lugar de recibir esa instancia para recabar la información de calidad que llevó el Ministro se dedicaron -en todas- a denostar su gestión y desconocer los avances. Las mentiras tienen patas cortas y la verdad termina por salir a la luz siempre, aunque alguno intente hacerse el sota, al final, siempre se le ven las patas…