Traductor

martes, 26 de julio de 2016

De ciclones y otras yerbas

Los uruguayos nos estamos acostumbrando a vivir de alerta en alerta, ya no se trata de esperar a Santa Rosa como Dios manda sino que nos adelantamos a cuanto temporal ande por la vuelta y nos enroscamos en pronósticos, mapas satelitales y demás. Ya no disfrutamos esa intempestiva llegada que le daba ese gustito a improvisación tan añorado. Extrañamos que con ellos llegaban otras acciones tan improvisadas como la movida climática: las viejas y queridas tortas fritas, los buñuelos y “ainda mais”. No hay con que darle, ahora con las tecnologías nos quedamos sin esos espacios de improvisación y ajuste a lo que viniera, haciendo -también- que vayamos perdiendo esa cuota de ingenio que traía aparejada una llegada como esas. Ahora, si nos mojamos es toda culpa nuestra y de nadie más, todo por estar por afuera de las redes sociales o por (ni siquiera) prender la caja boba o la radio para poder estar informados al instante.