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viernes, 22 de julio de 2016

El Frente elige

Mientras algunos hacen foco en la expectativa de lo que presagian como una bajísima votación, otros intentan hacer caudal de esa expectativa con la velada intención de hacerse con el botín de esos “enojados” que no votan. Tamaña audacia es digna de quien ya nada tiene para aportar salvo seguir alimentando su ego personal, a riesgo de quedarse con las manos vacías. Es inconcebible que por ese apetito individual de tener protagonismo se olvide que el Frente Amplio está mucho más allá de los personajes de turno, los líderes de barro, o los desencantos burgueses de quienes alcanzaron su objetivo personal y ya se sienten satisfechos. El Frente Amplio es coalición y movimiento y es precisamente ese movimiento el que le da razón y sentido principal a esta elección donde se mueve la estructura para sacudir la modorra y redactar ese mensaje colectivo que necesitamos todos, el que expresa que la lucha sigue viva.


Más allá de cualquier enojo

Es recurrente escuchar críticas, que no se comunica bien, que faltan profesionales en ese rubro y estamos llenos de “idóneos”, que el Gobierno no contempla todos los reclamos, que $200 pesos a los jubilados es una vergüenza (y lo es, pero está mal contado), etc, etc...

Personalmente creo que se hacen innumerables esfuerzos por comunicar, pero nos olvidamos que seguimos enfrentando a gigantes consolidados como dueños de los medios de prensa que seguimos consumiendo. Como lectores dejamos a la intemperie y a su suerte a los medios de izquierda que sufren carencias empresariales ante la desigual batalla comercial a la que están sometidos. Como consumidores podemos torcer esa tendencia y desnivelar la balanza.

Muchas veces -y hasta sin intención- nos sumamos al reclamo destemplado impuesto, pues nos sentimos indignados por determinados hechos. La respuesta oficial no contempla -algunas veces- la pretensión popular y eso basta para hacer de aquello una bola de nieve incontenible que cuesta mucho deshacer para volver a sentir el apego frenteamplista. No reparamos ni un segundo en entender cuánto de manipulación existe en los temas de la agenda cotidiana. Se pone el foco en los números fríos sin detenerse a pensar cuánto hubiera sido la cifra sin las acciones emprendidas por este -nuestro- Gobierno.

Las cifras de infectados por la gripe llevó a generar una sicosis colectiva que agotó la existencia de vacunas y debimos soportar la arenga permanente de la falta de vacunas y durante varios días fue noticia esa ausencia. Luego tuvimos dosis, los infectados fueron mermando y la situación volvió a la normalidad pero mientras tanto hubo un desgaste y un manoseo a nuestra política sanitaria que fue ostensible. Si todo ese esfuerzo se hubiera volcado en prevención los resultados serían otros seguramente y el ánimo de la gente, también.

En seguridad ni hablar, el foco está en el aumento de las rapiñas manejando los datos consolidados del año cerrado 2015 y poco se dijo de lo que hoy está ocurriendo en ese punto que es la reducción de la cifra a partir del PADO en Montevideo, Canelones y San José. Nada dicen acerca de un Gobierno que fomenta la denuncia -aún en contra de sus intereses en razón de la forma de informar que cunde en los medios- haciendo de esa denuncia su principal aliado para combatir eficazmente el delito. Menos se hace mención a cuánto podría haber ascendido esa cifra sin las acciones que tomó la cartera desde la pasada gestión.

Vivimos el día a día, permitimos que nos marquen el enojo diario que debemos impulsar, nos dejamos ganar la batalla del día después, ese mañana que estamos construyendo hace más de una década y que lleva 45 años de existencia y experiencia acumulada como fuerza política.

No te vistas que no vas

Hoy la audacia llega a límites impensados como el de pretender ser el dueño de los que el próximo domingo no vayan a votar en las elecciones del FA. Adelantaron su decisión de que no iban a votar y uno ya presume que querrán adueñarse de ese espacio de opinión frentista que no irá. Así no es. Si fuera tan lineal la cosa, sería facílisimo. En lugar de ello ¿por qué no se exhorta a concurrir y marcar el enojo en la propia urna? Porque seguramente ello no le de la “representación” que se espera. De esta forma, en cambio, entran todos en la bolsa de los indignados a los que se pretende representar.

Ese tipo de actitudes no se condice con una máxima de la que supo hacer caudal nuestra fuerza política y es aquella que reza que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”. Quienes ya dan por perdida toda lucha podrán hacerse dueños de la derrota, exclusivamente.

El domingo no hay lugar para el enojo, y si lo hubiera debe ser expresado en las urnas. Los frenteamplistas votamos con las manos no con los pies, esa práctica “abandónica” es de otras tiendas, no nuestras. 

Que el enojo se traduzca en votos, que el voto se traduzca en hechos, que los hechos consoliden a esta fuerza constructora para seguir por muchas décadas más forjando el país del futuro que queremos para nuestros hijos y nietos.

El domingo hay que votar por el Frente Amplio




el hombre desenrolló la bandera,
el perro se aprontó para salir de votación...

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