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viernes, 25 de septiembre de 2015

(Pre)Ocupados

Una treintena de gurises ingresaron para quedarse en un edificio público; ya no eran los liceos el objetivo, esta vez iban por más. No midieron las consecuencias de esa decisión, por lo menos no lo hicieron ellos, los titulares de un derecho inalienable como el de defender -con la pasión que la juventud otorga- el legítimo reclamo de defender su educación pujando por un mejor presupuesto. Hasta ahí nadie podría reprocharles la intención. Sin embargo el paso dado fue arriesgado y -a mi juicio- equivocado, porque no solo comprometieron la legitimidad de su reclamo sino que alteraron el normal funcionamiento de otros organismos que nada tienen que ver con su plataforma reivindicativa. Organismos a los que se les impidió su normal funcionamiento al punto de la paralización de servicios con consecuencias negativas para mucha gente.