Traductor

miércoles, 27 de mayo de 2015

¡Corre, Diego, corre!

Diego
Ese sábado estaba gris, los negros nubarrones pintaron rápidamente el cielo de un color plomizo y amenazante. La brisa pasó de fresca a fría y sumaba otro argumento para el desistimiento, pero, la convocatoria pudo más y venció a la pereza. El Parque Rivera, lugar de encuentro, sumó por la positiva y ya no había vuelta atrás. Ni la lluvia que se descargó luego pudo evitar que cumpliéramos con la cita y lo que vivimos ese día nos dio la razón. Él estaba allí, anfitrión de lujo, para recibir a todos y cada uno de los que nos auto convocamos por las redes para acompañarlo en su travesía. Un corto viaje público al que nos subimos para compartir con Diego una pequeña porción del mismo, si se quiere, una de las mejores partes. Bastó ese corto trayecto para imaginarnos la parte más tortuosa y difícil que tuvo que transitar, pero allí estábamos para verle, feliz y realizado. Orgulloso de seguir convocando para correr por la vida. 

Corre, Diego, corre...