“Si no sale la reforma, los INOCENTES MUERTOS x adolescentes REINCIDENTES se los cargo a @DanielSturla, @noalabaja, @Fabigoyen y Cia.! #VOTÁSÍ
9:51 PM 11 ago 14” *
Se le soltó la cadena
A medida que se conocen los resultados de las encuestadoras sobre la intención de voto respecto a la reforma constitucional que impulsan los promotores del “Sí a la baja”, se exacerban los ánimos. Es que, fieles a un estilo de no respetar la voluntad soberana, pretenden imponer por el agravio, la amenaza y la fuerza indebida (1), lo que no logran imponer con la razón.
Imaginen si los votantes de izquierda hicieran algo parecido respecto a lo que anuncian como una tendencia en la intención de voto para las elecciones nacionales de octubre. Viviríamos en un clima de alta tensión que desconocería por completo la rica tradición democrática de los orientales, un valor que por ahora -y gracias a una gran mayoría- es posible reivindicar aún en tiempos de crisis de valores como la que vive nuestra sociedad últimamente.
Lo más triste es que quien realizó esa afirmación olvida que el mismo argumento puede ser usado en su contra. Basta recordar a quien salió a criticar públicamente un proyecto de ley de tenencia responsable de armas (que hoy es ley vigente), diciendo que se impulsaba a “desarmar a los honestos”. Haciendo así, un llamado implícito a armarse para defenderse de la delincuencia. Precisamente eso ocurrió cuando aquel padre de Carrasco confundió a su hija con un delincuente y le causó la muerte con un disparo en medio de la oscuridad de su hogar. Sin embargo no escuchamos a Pedro Bordaberry hacerse cargo de nada de lo ocurrido.
Ese es el riesgo que se corre cuando se cultiva el miedo como medicina para un mal que nos aqueja como sociedad. Lejos de inculcar miedo hay que sembrar seguridad y confianza; y mucho más aún: solidaridad. Esa que permite unirnos para sentirnos más fuertes, esa que permita generar un muro infranqueable que antes que atemorizar infunda seguridad y firmeza en la población para derrotar al miedo. Un miedo que paraliza y genera situaciones irreparables como aquella muerte injusta.
Una muerte de la que no se hicieron cargo los promotores de que la gente se armara, sin advertirles antes que para hacerlo hay que estar preparado mentalmente y contar con el conocimiento suficiente para manejar un instrumento que genera daños irreversibles la mayoría de las veces.
Resulta injusta una afirmación de ese tenor que pretende instalar la idea que los impulsores del NO a la baja son promotores de la delincuencia juvenil sin reparar que -con ese criterio- la misma afirmación les cabe a los que apoyan el SI. Porque aplicar la responsabilidad penal adulta a menores tampoco soluciona el problema. Solo lo solucionará el tratamiento que se le haga a quienes violen la ley. No por endurecer las penas se obtendrán buenos resultados. No es necesario experimentar al respecto, basta con repasar la abundante experiencia internacional para convencerse que el camino es otro.
En la bolada -o mejor dicho en los 140 caracteres- cayeron una de las promotoras de la campaña por el NO a la baja y ni más ni menos que el Arzobispo de Montevideo, Monseñor Sturla. Como quien dice, no se salvó ni Dios (por lo menos no se salvó ni su representante uruguayo). Medio exagerada la expresión al punto que a poco de emitida fue borrada. Por lo menos rescato algo de cordura en dicha acción.
Por otra parte no es correcta la afirmación en que se funda la campaña de los que pretenden reformar la carta magna por cuanto su propuesta, lejos de bajar la edad de imputabilidad penal, la sube, ya que hoy un menor es responsable desde los 13 años. Subirla a los 16 tiene implícita otra razón y es endurecer la sanción, algo que ya demostró su ineficacia en el mundo. A tal punto que en Nueva York (ciudad que ponen de ejemplo siempre), se busca reformar el sistema pujando a la suba de la edad de imputabilidad y devolverla a los 18 años, advirtiendo que la reforma no generó el efecto deseado sino el contrario ("Raise the Age of 18").
Está demostrado que el crimen organizado recluta siempre a menores por debajo de la edad de imputabilidad penal, confirmando que algo que se piensa como solución no soluciona nada, sino que lo empeora.
Zapatero... a tus zapatos!
En otro orden, por estos días visita nuestro país el ex mandatario español Rodríguez Zapatero, invitado por la FUNDAPRO del Partido Colorado. Un “aliado inesperado” según titulara el matutino El Observador del 27 de agosto, por cuanto un referente de la izquierda europea vino invitado por exponentes de la derecha uruguaya. Vaya mención para su currícula, de aquí en más, aunque bien se cuidó de emparentarse demasiado con los anfitriones.
Igualmente, su sola presencia dejó perplejos a muchos que no se esperaban esta movida de quien fuera un referente progresista que -por lo visto y escuchado- empezó a retirarse con salidas como esta. No escuchamos ninguna alusión de ingerencia en asuntos de orden interno ni mucho menos. Si hubiera sido invitado por los promotores del NO ese habría sido el argumento seguramente, pero como fue a la inversa no aparecerá ningún argumento en tal sentido.
Lo rescatable de su visita no tiene nada que ver con el objeto principal para el que fue convocado, sino con la experiencia española en el sistema penitenciario. Tuvo que venir Zapatero para que los colorados reconozcan finalmente el acierto de Bonomi. Porque ya en el 2010, a poco de iniciar su gestión, el Ministro visitó las cárceles españolas para conocer un sistema del cual tomó nota para aplicar al modelo uruguayo, aquello que podía ser aplicable.
Hoy es evidente el cambio, a cuatro años de aquella recorrida, la refundación del sistema penitenciario nacional es una realidad y muchas de las impresiones españolas son parte del sistema uruguayo. Un sistema que es ejemplo para el mundo.
Bueno... para casi todo el mundo, menos para el mundo colorado que recién ahora se enteró.
Imaginen si los votantes de izquierda hicieran algo parecido respecto a lo que anuncian como una tendencia en la intención de voto para las elecciones nacionales de octubre. Viviríamos en un clima de alta tensión que desconocería por completo la rica tradición democrática de los orientales, un valor que por ahora -y gracias a una gran mayoría- es posible reivindicar aún en tiempos de crisis de valores como la que vive nuestra sociedad últimamente.
Lo más triste es que quien realizó esa afirmación olvida que el mismo argumento puede ser usado en su contra. Basta recordar a quien salió a criticar públicamente un proyecto de ley de tenencia responsable de armas (que hoy es ley vigente), diciendo que se impulsaba a “desarmar a los honestos”. Haciendo así, un llamado implícito a armarse para defenderse de la delincuencia. Precisamente eso ocurrió cuando aquel padre de Carrasco confundió a su hija con un delincuente y le causó la muerte con un disparo en medio de la oscuridad de su hogar. Sin embargo no escuchamos a Pedro Bordaberry hacerse cargo de nada de lo ocurrido.
Ese es el riesgo que se corre cuando se cultiva el miedo como medicina para un mal que nos aqueja como sociedad. Lejos de inculcar miedo hay que sembrar seguridad y confianza; y mucho más aún: solidaridad. Esa que permite unirnos para sentirnos más fuertes, esa que permita generar un muro infranqueable que antes que atemorizar infunda seguridad y firmeza en la población para derrotar al miedo. Un miedo que paraliza y genera situaciones irreparables como aquella muerte injusta.
Una muerte de la que no se hicieron cargo los promotores de que la gente se armara, sin advertirles antes que para hacerlo hay que estar preparado mentalmente y contar con el conocimiento suficiente para manejar un instrumento que genera daños irreversibles la mayoría de las veces.
Resulta injusta una afirmación de ese tenor que pretende instalar la idea que los impulsores del NO a la baja son promotores de la delincuencia juvenil sin reparar que -con ese criterio- la misma afirmación les cabe a los que apoyan el SI. Porque aplicar la responsabilidad penal adulta a menores tampoco soluciona el problema. Solo lo solucionará el tratamiento que se le haga a quienes violen la ley. No por endurecer las penas se obtendrán buenos resultados. No es necesario experimentar al respecto, basta con repasar la abundante experiencia internacional para convencerse que el camino es otro.
En la bolada -o mejor dicho en los 140 caracteres- cayeron una de las promotoras de la campaña por el NO a la baja y ni más ni menos que el Arzobispo de Montevideo, Monseñor Sturla. Como quien dice, no se salvó ni Dios (por lo menos no se salvó ni su representante uruguayo). Medio exagerada la expresión al punto que a poco de emitida fue borrada. Por lo menos rescato algo de cordura en dicha acción.
Por otra parte no es correcta la afirmación en que se funda la campaña de los que pretenden reformar la carta magna por cuanto su propuesta, lejos de bajar la edad de imputabilidad penal, la sube, ya que hoy un menor es responsable desde los 13 años. Subirla a los 16 tiene implícita otra razón y es endurecer la sanción, algo que ya demostró su ineficacia en el mundo. A tal punto que en Nueva York (ciudad que ponen de ejemplo siempre), se busca reformar el sistema pujando a la suba de la edad de imputabilidad y devolverla a los 18 años, advirtiendo que la reforma no generó el efecto deseado sino el contrario ("Raise the Age of 18").
Está demostrado que el crimen organizado recluta siempre a menores por debajo de la edad de imputabilidad penal, confirmando que algo que se piensa como solución no soluciona nada, sino que lo empeora.
Zapatero... a tus zapatos!
En otro orden, por estos días visita nuestro país el ex mandatario español Rodríguez Zapatero, invitado por la FUNDAPRO del Partido Colorado. Un “aliado inesperado” según titulara el matutino El Observador del 27 de agosto, por cuanto un referente de la izquierda europea vino invitado por exponentes de la derecha uruguaya. Vaya mención para su currícula, de aquí en más, aunque bien se cuidó de emparentarse demasiado con los anfitriones.
Igualmente, su sola presencia dejó perplejos a muchos que no se esperaban esta movida de quien fuera un referente progresista que -por lo visto y escuchado- empezó a retirarse con salidas como esta. No escuchamos ninguna alusión de ingerencia en asuntos de orden interno ni mucho menos. Si hubiera sido invitado por los promotores del NO ese habría sido el argumento seguramente, pero como fue a la inversa no aparecerá ningún argumento en tal sentido.
Lo rescatable de su visita no tiene nada que ver con el objeto principal para el que fue convocado, sino con la experiencia española en el sistema penitenciario. Tuvo que venir Zapatero para que los colorados reconozcan finalmente el acierto de Bonomi. Porque ya en el 2010, a poco de iniciar su gestión, el Ministro visitó las cárceles españolas para conocer un sistema del cual tomó nota para aplicar al modelo uruguayo, aquello que podía ser aplicable.
Hoy es evidente el cambio, a cuatro años de aquella recorrida, la refundación del sistema penitenciario nacional es una realidad y muchas de las impresiones españolas son parte del sistema uruguayo. Un sistema que es ejemplo para el mundo.
Bueno... para casi todo el mundo, menos para el mundo colorado que recién ahora se enteró.
(1) en la ciudad de Minas se denunciaron amenazas y acusaciones impartidas por integrantes de la comisión por la baja contra un integrante de la comisión por el “NO a la baja”, hecho que motivó un pedido de disculpas por un dirigente colorado.
al hombre se le cayó un ídolo,
el perro mordisqueaba un zapato...
el perro mordisqueaba un zapato...
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