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jueves, 20 de diciembre de 2012

Algo más que una bala perdida

Fuente imagen: caracol.com.co
Hacia un buen tiempo que en el básquetball no se producían incidentes de consideración, merced al buen trabajo de los dirigentes que aplicaban el protocolo de seguridad acordado. Precisamente el mismo protocolo que se violó -según algunas versiones no oficiales- por parte de "alguien" que repartió entradas a personas que no eran precisamente hinchas de Cordón. La infame muerte de Soledad Barrios trajo aparejada una serie de controversias que poco importan comparado con una vida segada inútilmente.


Hoy parece ser que el punto está en la controversia instalada en informes periciales absolutamente contradictorios. El del médico forense actuante en el caso, y el realizado por Policía Técnica. Sin pretender abundar en detalles sobre el fondo y a pesar de lo violentado que está, al secreto presumarial hay que respetarlo. 

La controversia no se instala por el accionar del Ministerio del Interior sino por la violación  de la reserva presumarial que hace el forense, divulgando su informe. Un informe diametralmente opuesto al de la policía científica uruguaya. 

Hoy parece ser que el punto está en saber quien tiene razón y se olvida que hay una familia que llora la pérdida irreparable de una joven mujer. Alguien que tenía una vida por delante y tuvo la mala fortuna de estar en el balcón de su propia casa en el momento equivocado.

Como el punto no está en saber quien tiene o no razón -eso lo dirá la Justicia en su momento- voy a centrar esta nota en algo que se nos ocurre vital en este momento. Voy a ir a la génesis de este problema, voy a llegar al partido entre Welcome y Cordón. Voy a ir a los instantes previos del comienzo del partido. Allí es donde comienza a escribirse el final de María Soledad Barrios y hay alguien que es el principal responsable de su muerte.

¿A quién se le puede ocurrir asistir a un partido de básquetball con un arma de fuego? ¿A quién se le ocurre repartir entradas gratis a quienes no son hinchas, con el único objetivo de contar con "barra brava alquilada"? Algo que de ser cierto debiera responderse ante la Justicia, porque allí se genera esta sucesión de hechos desgraciados.

Hoy lamentamos una muerte -pudieron ser varias- cuando todavía están muy frescas otras lamentables muertes ("Rodrigos" de la Aguada).

Basta de querer ganar los partidos de pesado, metiendo miedo entre las "hinchadas" (esos no son hinchas de ningún cuadro). Propiciemos de una buena vez otros valores; de pesado ya no se ganan partidos, solo se pierden vidas como la de María Soledad.

Hay que promover -empezando por el básquetball- la venta de entradas nominativas, donde el ticket contenga cédula de identidad y nombre, y al ingreso se controle (aleatoriamente) que el portador del boleto es el titular del mismo, cotejando con su documento de identidad.

Es posible hacerlo y debe hacerse para dar señales claras de que no se quiere a los violentos en ningún espacio deportivo y porque los que queremos al deporte somos muchos más.

De un hecho trágico como este se puede derivar algo positivo, si aplicamos medidas efectivas que desalienten la concurrencia de estos personajes. Sólo así evitaremos nuevos incidentes desgraciados.

Tenemos que hacer algo, y que sea algo que permita la vuelta de la familia a los partidos. Veníamos bien, lentamente estaba produciéndose ese regreso y la fiesta del barrio se volvía a sentir nuevamente. Pero tuvo que pasar esto para que nos diéramos cuenta que no alcanza con seguridad policial, tampoco con seguridad privada, si seguimos permitiendo que el anonimato siga ocultando a los violentos.

La mera identificación en el boleto de entrada pondrá un freno a quienes se alimentan de esa violencia y hacen de ella su principal actividad. Esos no quieren a ningún equipo, solo aspiran a ser "famosos" a cualquier precio y tienen por la vida un alienado desprecio que los vuelve incontrolables.

Pero somos más, mucho más los que queremos otra cosa y pretendemos otro tipo de comportamiento en un escenario deportivo. Que los jugadores jueguen, que los hinchas alienten, y que se acepten los resultados sin dramatismos.

Solo así habremos recuperado parte de lo que perdimos... y aquellas muertes no habrán sido en vano. 

el hombre rompió el carné del club,
el perro esa noche aulló de tristeza...

1 comentario:

  1. Muy bueno, y muy buena la idea de la entrada identificatoria.

    Felicidades!!!!

    Beatriz

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